El Análisis de Ciclo de Vida (ACV o LCA por sus siglas en inglés) permite a las empresas analizar los impactos sociales, económicos y ambientales de sus procesos y servicios de forma integral.
El ACV entrega una ventaja competitiva, que se observa por ejemplo en la elección de tecnologías más amigables con el medio ambiente y que generan más ganancia para la empresa, el diseño de productos sustentables, y una mayor seguridad para los trabajadores por el uso de materiales inocuos
¿En qué se diferencia de una huella?
El Análisis de Ciclo de Vida es una metodología integral y amplia, que permite cuantificar, evaluar y gestionar los impactos sobre varios aspectos de la naturaleza, las personas y la economía.
Las Huellas son metodologías que no cuantifican sustentabilidad. Ellas contabilizan los impactos sobre un aspecto del mundo físico. En particular, la Huella de Carbono mide impactos sobre el calentamiento global, y la Huella de Agua mide impactos sobre la disponibilidad y calidad de los recursos hídricos.
El Análisis de Ciclo de Vida, en cambio, entrega impactos sobre el calentamiento global, los recursos hídricos, la calidad del aire, la gestión de los residuos, los efectos de los RILes, y la biodiversidad entre otros aspectos.
Cada empresa puede elegir un set de indicadores para medir su desempeño, los que llamamos indicadores prioritarios.
¿Puedo comunicarlo a mis clientes?
Sí.
El Análisis de Ciclo de Vida entrega un set de resultados (no un número único como en las Huellas) que puede ser comunicado a clientes, stakeholders y proveedores.
¿Cómo proceder?
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